Los colaboradores del foro de Rafa NMJ nos hacemos cargo de la preocupación reinante en el ambiente futbolístico tras las últimas declaraciones de Ángel María Villar en el Senado.
El presidente de la Federación Española de Fúrbol compareció ante los senadores para dar cuenta de las muestras de racismo que han brotado últimamente en nuestros estadios. Como suele ser habitual en él, Villar se expresó cual estadista de talla mundial, y las dotes oratorias que mostró, con sus interlocutores de la Cámara Alta como testigos, amén de las estilográficas de los periodistas, habrían dejado en bragas al mismísimo Demóstenes.
En el acto, en el que también intervino Ramón Calderón, Villar fue presentado por Arturo González López, senador del Grupo Parlamentario Socialista, que en una breve aunque brillante exposición vino a recordarnos la impecable trayectoria de Ángel María Villar como jugador de fúrbol en el Athlético de Bilbado, histórico club con el que jugó la friolera de 410 partidos de fúrbol.
Hechas las presentaciones de cortesía, momento desde el que ya uno se empieza a preguntar qué debería preocuparnos más, si tener un dirigente del fúrbol gilipollas o senadores retrasados mentales, Villar comienza con su exacta y precisa declaración sobre los actos xenófonos en el fúrbol. Y no, no es que nos hayamos vuelto locos: el presidente de la Federación Española de Fúrbol acuña un nuevo término para definir los actos de racismo en el fúrbol. Éstos son actos xenófonos, es decir, actos de xenofonia, del griego xeno, que significa extranjero, y fono, que significa sonido, o lo que es lo mismo, aquellos actos en los que la gente hace ruido contra los extranjeros. Tiene lógica, ¿verdad? Claro que la tiene.
Sin embargo, en Rafa NMJ no nos damos por satisfechos con esta explicación de los hechos, que aunque válida no deja de ser simplista y poco propia de tíos tan machos como nosotros. Aquí vamos un paso más allá, y nos adelantamos a lo que la prensa deportiva pueda publicar en los próximos días o semanas, aquí nos dejamos de horteradas y les contamos la verdad sobre los porqués del fúrbol y de los actos xenófonos.
Como todos sabemos, un gran hombre como Villar no se escribe los discursos. En el argot literario se suele decir que se los escribe un negro, aunque esta expresión no nos parece ni mucho menos adecuada ni políticamente correcta, de ahí que prefiramos sustituir la expresión negro por la de moreno, oscuro o, sencillamente, no blanco.
Una vez descubierta la identidad del escribiente, les invitamos a que observen con detenimiento el teclado de sus ordenadores, que es ese cacharro rectangular que tienen justo frente a ustedes. ¿Les llama algo la atención? ¿Alguna particularidad que merezca ser mencionada? Miren un poco mejor: frío como el hielo, frío, frío, templado, caliente, caliente, se queman, están ardiendo...¡Exacto! La /r/ está junto a la /t/, y la /n/ junto a la /b/, es decir, que si Villar dice fúrbol y xenófono es sencillamente porque su no blanco no sabe teclear, y son los desafortunados errores tipográficos los que convierten el fútbol en fúrbol y los actos xenófobos en actos xenófonos.
¿O es que alguien pensaba que Villar es un paleto y un inculto? No hombre, no, lo que pasa es que no sabe corregir sobre la marcha lo que va leyendo.
Estamos convencidos de que ahora nuestros lectores podrán dormir mejor. Nos llena de orgullo y satisfacción el haberles servido de ayuda.
Tenemos la prueba: podría pasarle a cualquiera
Escucha aquí el xenófono de Villar
¿Qué te pareció la comparecencia de Villar en el Senado?
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