En su afán por encontrar los motivos que empujan a José Mourinho a destilar esa mala leche que lo caracteriza, Lluis Mascaró (Sport) lleva a cabo hoy una serie de Reflexiones de carácter psicológico, la primera de las cuales centra la atención en el cambio de imagen de Mou, que ha pasado de ser un «joven aprendiz tímido y precavido» que dormitaba a los pechos de Bobby Robson, a convertirse en un malo maloso de «pose arrogante e imagen chulesca». Pero he aquí que llega lo interesante, ¿cuáles son los motivos de semejante cambio? El Dr. Mascaró nos los descubre: Mourinho «sólo huye de sus miedos». Los mismos miedos que le deben hacer manchar los gayumbos de Muesli cada vez que se entera que le ha tocado jugar contra el Barça.
Pensarán ustedes que una vez más recurro a la ironía para criticar la extenuante labor comunicativa e informativa del diario pro-culé por excelencia, pero se equivocan, porque bien al contrario, lo que pretendo es ensalzar este nuevo periodismo de investigación que nos abruma con sus didácticas enseñanzas y cuyo empirismo ha cambiado el trasnochado «pienso, luego existo» de Descartes por el mucho más moderno «huele a mierda, luego alguien se ha cagao».
Por cierto, ¿se han dado cuenta ustedes de la curiosa tendencia que tiene el Dr. Mascaró a utilizar el prefijo de origen griego pseudo-? Mourinho era un «pseudotécnico», el del Madrid es un «pseudoproyecto deportivo».
Lluis Mascaró... ¿pseudoperiodista?
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